27 de mayo de 2013

Alumnos de la carrera de guía de montaña, policías de la patrulla de rescate, andinistas y voluntarios en general, participaron durante tres días de la limpieza de laderas y otros sectores del Parque Provincial Cordón del Plata.

              
Colaboraron también alumnos del Instituto de Educación Física a los que se sumaron socios y propietarios de refugios. La acción contó con la participación de 160 personas en total y para ello se escalonan por encima de los 2.000 metros.

La base del operativo se fijó en el Centro de Esquí. Desde ahí partían las cuadrillas de higiene. Los equipos de trabajo, dotados de bolsas de consorcio, guantes y pinches, descendían “peinando” quebradas y laderas.

Los brigadistas retiraron unos 500 kilos de basura de la montaña. La mayor parte de los desechos son producidos por visitantes y escaladores que olvidan regresar con los desperdicios. Este año llamó la atención el alto número de botellas plásticas colectadas, que sumaron 45 bolsas.

Este operativo se viene realizando desde hace 4 años, y el momento elegido es la culminación de la temporada estival, antes que comience el invierno. Cuenta con el impulso de la Cámara de Turismo y Comercio del Cordón del Plata, la Municipalidad de Luján de Cuyo y la Dirección de Recursos Naturales Renovables.

Alejandro Geras, permanente animador del cuidado del parque provincial, y Daniel Gómez, director de Recursos Naturales; afirmaron que se ha progresado bastante. En estos tiempos no se observa la acumulación de elementos pesados que se registraban hace una década, cuando acciones similares dieron como resultado la extracción de basura común, armarios, chapas y hasta un automóvil que se había desbarrancado. 

Desde entonces, la zona ha progresado mucho en materia de limpieza; aunque resta mucho por hacer. Este cuarto operativo en el Cordón del Plata arrojó un resultado positivo: el volumen de residuos disminuyó un 35% con respecto a la temporada anterior. La gente va tomando conciencia sobre la necesidad de cuidar más los espacios naturales. Lo ideal sería que los visitantes embolsen sus desperdicios y los regresen al punto de partida.