14 de agosto de 2013

El proceso productivo ya ensayado exitosamente en la UNCuyo busca obtener aceite a partir de algas, cuyo fin último será la producción de biocombustibles. En el medio, implica la selección, cría, engorde y cosecha de algas, y la extracción de contenido lipídico.

Utiliza la energía solar como fuente primaria, convertida a través de la fotosíntesis en aceites y otras sustancias utilizables, y adema´s permite reciclar el bióxido de carbono de chimenea, disminuyendo de ese modo la emisión de gases de efecto invernadero. El proceso contempla el uso de algas autóctonas y está orientado a la utilización de aguas residuales industriales y urbanas. 

Tales tecnologías pueden incorporarse a una industria existente para mejorar sus procesos, mitigar sus impactos ambientales, reducir sus costos y maximizar sus ganancias.

Las algas cultivadas se pueden utilizar para lo siguiente:

1. Producción de biocombustibles: Las algas unicelulares pueden producir biomasa rica en aceite, para su extracción y posterior obtención de biodiesel mediante transesterificación (la biomasa agotada residual puede venderse como suplemento alimenticio para ganado). También pueden utilizarse para la producción de energía térmica mediante combustión directa de la biomasa. Esto permite a las empresas diversificar sus fuentes de energía, incorporando la energía solar utilizable mediante la fotosíntesis de las microalgas, lo cual puede ser un paso estratégico hacia la independencia energética, siempre con la ventaja respecto a los biocombustibles tradicionales de no competir con la producción de alimentos y no requerir suelos agrícolas.

2. Tratamiento de efluentes residuales: las microalgas pueden utilizarse en tratamientos de efluentes industriales y aguas residuales urbanas, remediación de aguas contaminadas, etc. Existen especies hábiles para crecer en un amplio rango de pH y salinidad o en presencia de metales pesados. Además, en condiciones controladas pueden transformar una biomasa los nutrientes presentes en efluentes con gran contenido de materia orgánica, que de otro modo producirían la eutrofización en cauces hídricos. 

3. Mitigación de CO2: es posible utilizar cultivos de algas unicelulares para mitigar impactos negativos causados por los gases de efecto invernadero, capturando el dióxido de carbono (CO2) presente en los gases de chimenea de industrias con emisiones importantes, como centrales termoeléctricas, plantas cementeras, refinerías, entre otros. De este modo, se pueden percibir los beneficioes económicos asociados a los créditos de carbono generados. 

4. Obtención de productos de alto valor agregado: controlando las condiciones de cultivo, puede obtenerse una biomasa rica en aceites esenciales y betacaroteno aptos para consumo humano, otras vitaminas, vitaminas, pigmentos, etcétera. 


El proyectoutiliza un insumo abundante: la luz del sol,
que capturan las algas por procesos fotosintéticos y que sirve
para fabricar sustancias de alto valor a partir de otras indeseadas
como gases de efecto invernadero
y aguas residuales urbanas e industriales. 
El proyecto lleva cuatro años de ensayos en laboratorio y se viene desarrollando bajo la dirección del ingeniero Jorge Barón y con el apoyo de la empresa Energy Traders SA. Pasa ahora a una etapa clave con la construcción de una planta piloto en la provincia de Córdoba. La empresa Generadora Córdoba SA aportará el capital de riesgo para construir el emprendimiento a escala piloto. La UNCuyo por su parte colaborará con el know how del proyecto y el recurso humano científico necesario para su seguimiento.

Recordemos que Generadora Córdoba, la inversora de la planta piloto, es una empresa social, solidaria y autogestionada, que pertenece al Sindicato Regional de Luz y Fuerza (67% de las acciones) y a las Cooperativas Eléctricas de esa provincia (33% restante).

Fuente: http://www.uncu.edu.ar/novedades/index/la-uncuyo-concreta-la-primera-planta-piloto-del-pais-de-produccion-de-microalgas