25 de octubre de 2013

En la ciudad de Mendoza hay 42.000 árboles plantados y censados, esta es una de las razones por la que los árboles no dejan de ser el atractivo urbanístico más determinante para sus ciudadanos y los turistas que la visitan.
Los árboles naturalizan la ciudad y parece que no es cierto que la contaminación del tráfico, que con el tiempo va en acelerado aumento acabe con ellos.
El clima de Mendoza es semi-desértico, está ubicada en el piedemonte de la cordillera de los Andes, las temperaturas presentan una importante oscilación anual y las precipitaciones son escasas.
La ciudad que a pesar de encontrarse en una zona semi-desértica, se caracteriza como más adelante señalamos, por la gran cantidad de árboles con los que cuenta.
La cultura de la forestación está fuertemente arraigada a los mendocinos, es poco probable en las casas mendocinas no se encuentren árboles.
La acequia es su principal instrumento de riego. Los indios huarpes, pobladores autóctonos de la zona, desarrollaron ampliamente este sistema de irrigación en épocas precolombinas.